Jue. May 2nd, 2024

Querían recuperar el tiempo y el prestigio perdido, que es otra forma de gritar a los cuatro vientos que alguna vez lo tuvieron. Y así, los Globos de Oro, esos que una vez portaron el apellido de «antesala de los Oscar» cuando eso importaba, se jugaron su reinvención apostando a lo más conservador de su terna de nominados, con la película de Christopher Nolan ‘Oppenheimer’ como gran triunfadora en el apartado cinematográfico y por ‘Succession’ en el televisivo. El equipo de ‘Barbie’, que llegó a la noche como la película que más nominaciones tenía, se quedó de piedra (o de plástico) al levantar solo dos de los nueve Globos de oro a los que optaba.

De esta manera la 81ª ceremonia de los Globos de Oro celebrada este domingo en Beverly Hills daba inicio a la temporada de premios y empezaba a bosquejar un futuro prometedor para Nolan y su ‘biopic’ sobre J. Robert Oppenheimer, el padre de la bomba atómica, al hacerse con cinco estatuillas. De aquí a la gala del 10 de marzo de los Oscar, cuando se finiquite el curso cinematográfico, pueden pasar tantas cosas como que los académicos den el petardazo, enmienden la plana a los compañeros de la prensa internacional en Hollywood que vota en los Globos de Oro y dejen a Nolan con cara de Cillian Murphy. Cosas más raras se han vivido que ratifican la teoría de que los Globo poco importaron durante aquellos años en los que sus miembros votaban no la calidad de la obra sino el tamaño de la cesta que recibían de las productoras.

Alejados ya de polémicas pretéritas, y con un conveniente lavado de cara y fondo, los Globos de Oro volvieron a reunir a la constelación de estrellas de la industria americana. Son los mismos que hace dos años boicotearon la gala y que antes de que la prensa destapara las malas prácticas de la HFPA (los organizadores del evento) regaban de regalos y parabienes a sus poquísimos votantes. Pero eso es el pasado. El presente es una noche redonda para Nolan y sus chicos. El propio Murphy se llevó el galardón a mejor actor, y Robert Downey Jr. el de reparto. «Una condenada obra maestra», dijo el veterano actor al que ya una generación solo conoce por su papel de Iron man en las películas de Marvel. Y quiso hacer la pelota al jefe: «Una historia arrolladora sobre el dilema ético de las armas nucleares recauda mil millones de dólares… ¿les suena? No. A no ser y porque [el estudio] Universal apostó fuerte por Christopher Nolan para dirigirla», dijo Robert Downey Jr. al recibir su Globo de oro.

Y no lo tenía fácil el elenco de ‘Oppenheimer’. Enfrente tenían a Leonardo DiCaprio como protagonista de la última película de Martin Scorsese, ‘Los asesinos de la luna’; y a Bradley Cooper por su interpretación de Leonard Bernstein en ‘Maestro’, que también dirige y produce, categorías en la que también estaba nominado y de las que también se fue sin nada, casi como Greta Gerwig, que se tuvo que conformar con el premio de consolación de Mejor logro en taquilla (el otro Globo de Oro de ‘Barbie’ fue para Billie Eilish por la canción de la película).

Premios para todos

Además de Nolan, la gran triunfadora de la noche fue la francesa ‘Anatomía de una caída’, que se alzó con el Globo de Oro a mejor película en lengua no inglesa (se lo arrebató a J. A. Bayona y su ‘Sociedad de la nieve’) y, sobre todo, el de mejor guion. Es curioso porque la película de la cineasta Justine Trier, que ganó la Palma de oro del último festival de Cannes, no representa a Francia en la categoría de mejor película internacional en los Oscar (lo hace ‘A fuego lento’). La polémica en el país vecino está servida, y más si como apuntan las quinielas pueda colarse entre las nominadas a mejor película el próximo 23 de enero, cuando se anuncien las candidatas al Oscar. «Mi pareja y yo pasamos nuestros días escribiendo juntos el guion de ‘Anatomía de una caída’ encerrados en nuestro apartamento y, raramente, nadie murió», bromeó en su discurso una emocionada Justine Triet, directora de la cinta.

Otra que sale con opciones de premios mayores en los Oscar es la originalísima propuesta del siempre radical (dentro de lo comercial) director griego Yorgos Lanthimos, que con ‘Pobres criaturas’, una surreal crónica de la frankesteiniana Bella Baxter, se coronó como la mejor película de comedia o musical, sin ser ella nada de eso. Emma Stone, su protagonista, recogió el premio de mejor actriz de comedia con un personaje que hace de todo menos risa. «Bella se enamora de la vida misma, en vez de una persona. Acepta lo bueno y lo malo de igual manera. Ella me hizo ver la vida de forma diferente», dijo Stone.

Más aplausos recogió el discurso de Lily Gladstone, protagonista de ‘Los asesinos de la luna’, cuando recogió su premio a mejor actriz en una película dramática. Gladstone, con raíces indígenas, habló en la lengua originaria de los ‘blackfeet’ (piesnegros) antes de pasarse al inglés para hablar de un «triunfo histórico».

La lista de premios interpretativos la completaron Paul Giamatti y Da’Vine Joy Randolph por sus papeles en la nueva película de Alexander Payne, ‘Los que se quedan’, ambientada en los años 1970 y que sigue a un cascarrabias profesor de historia que es obligado a quedarse en la escuela durante las vacaciones con un estudiante que no tiene a dónde ir.

Los Globos de Oro para las series

Si en el apartado de películas los Globos de Oro apostaron por un palmarés muy conservador, en televisión tampoco arriesgaron nada. Dos éxitos consagrados como ‘Succession’ y ‘The Bear’ se llevaron los premios principales de series dramáticas y comedia (sí, para los Globo lo que pasa en las cocinas de ‘The Bear’ es cómico). Además, Ali Wong y Steven Yeun se llevaron los Globos para mejor actriz y actor en una miniserie por sus papeles en ‘Bronca’, de Netflix, que también ganó el Globo de Oro a la mejor miniserie de televisión.

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