Vie. Abr 26th, 2024

México continúa asimilando el secuestro y posterior asesinato de Camila, una niña de 8 años que apareció muerta el pasado Jueves Santo en Taxco de Alarcón, municipio del estado de Guerrero, al sur del país. El mismo día, una turba violenta golpeó hasta la muerte a una mujer en venganza por su supuesta implicación y dejó heridos a sus dos hijos. Todo ello ante la impasividad de las fuerzas del orden mexicanas que asistían impotentes de la macabra escena.

Los asesinatos violentos en México no se detienen en periodos vacacionales: durante el pasado Jueves y Viernes Santo se registraron un total de 139 muertes violentas. Los de la niña Camila y la mujer linchada, son solamente dos de ellos. El crimen organizado mató en el país a más de 30.000 personas en 2023 y los asesinatos a sangre fría en muchos casos no distinguen locales de extranjeros.

Fue el pasado miércoles cuando Camila Gómez Ortega, de ocho años, salió de su domicilio para jugar en casa de una amiga tras recibir una invitación de su madre. Pasadas dos horas, la madre de Camila acudió a la dirección de la casa donde debía estar su hija cuando recibió la noticia de que nunca había llegado hasta allí. Poco después, recibió una llamada que le pedía un rescate de 250.000 pesos (unos 15.000 dólares o 13.901 euros) a cambio de su hija.

Ese mismo día, varias cámaras de seguridad de inmuebles aledaños grabaron cómo la niña sí había llegado a entrar en la casa donde fue invitada, de la que nunca más volvió a salir. También grabaron como una pareja trsladaba un cesto de ropa y una bolsa negra que introdujeron en un taxi de propiedad de uno de los habitantes de la casa, con rumbo desconocido. Poco después, el Servicio Médico Forense encontró en una carretera cercana, metido en una bolsa negra, el cuerpo de una menor con las características de Camila.

La justicia por su mano

Tras la filtración de los vídeos y cotejada la identidad de la vítcima, familiares y amigos cortaron la avenida de Los Plateros, una de las vías principales de Txaco, para exigir su búsqueda. Las fuerzas de seguridad acordonaron la casa en la que se produjo la desaparición, acompañados de cientos de personas movilizadas por la familia de la asesinada. Pasadas dos horas de inacción, los vecinos allí presentes entraron por la fuerza y sacaron a una mujer y sus dos hijos ante la mirada de agentes de la policía Municipal, Guardia Nacional y Ejército mexicano.

Las fuerzas del orden detuvieron a los tres supuestos implicados pero una muchedumbre enardecida de unas 300 personas los bajó de las camionetas policiales y comenzó a propinarles patadas y golpes con palos, tal y como se aprecia en un vídeo de duras imágenes ampliamente difundido en los últimos días. Al grito de «¡Mátenlos!», también se les roció con gasolina y aceite con la intención de quemarlos vivos. Los tres heridos fueron trasladados al Ministerio público. Posteriormente se informó de la muerte de la mujer, así como del estado grave de uno de los hijos.

Estos sucesos ocurridos en Txaco, una localidad turística asolada por el crimen organizado, ha conmocionado a la totalidad del país. Los sangrientos hechos obligaron a cancelar sus famosas procesiones de Semana Santa que cada año son un reclamo para cientos de turistas. El pasado lunes, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, afirmó que «las autoridades están actuando» para investigar ambas muertes.

Conmoción nacional

«Se está haciendo la investigación correspondiente», expuso en la mañana del pasado lunes López Obrador. «Este es un caso muy lamentable, muy triste para todos, desde luego más para los familiares, amigas y amigos, y para los mexicanos en general, porque tiene que ver con la pérdida de vidas humanas», lamentó el presidente, y en su condena aludió a la muerte «de una niña y también de una señora».

La Fiscalía General del Estado (FGE) de Guerrero expuso el jueves pasado que investigaba la muerte de la menor de edad como feminicidio y el deceso de la presunta responsable como homicidio calificado, además de informar de la detención de los otros dos presuntos implicados.

Ese mismo día, la candidata presidencial de la oposición mexicana Xóchitl Gálvez pidió justicia a través de la red social X: «Acompaño a la familia, al pueblo de Taxco en Guerrero y a todos los mexicanos en este dolor. ¡YA BASTA! #JusticiaParaCamila», escribió la aspirante de la coalición Fuerza y Corazón por México.

En mitad de la conmoción nacional y antes de la celebración del entierro, que se ofició a primera hora de este martes (hora local), el secretario de seguridad del municipio, Doroteo Eugenio Vázquez, responsabilizó a la madre de Camila por no cuidar adecuadamente a su hija: «Hubo una responsabilidad maternal y hay una omisión. (…) La señora dejó salir a su niña sin las medidas de seguridad pertinentes», declaró a la prensa mexicana.

La oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en México (ONU-DH) denunció este lunes la «pasividad» de las autoridades ante el asesinato de la niña de 8 años. Sin obstante, la condena más contundente la dirigió contra el linchamiento: «No es un acto de justicia, sino de barbarie».

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